Ailis Blue
(Huancayo, 1996)
163 Una Isla
164 Volcán
165 Niño hombre (Tulumanya)
166 Duelo
167 Ahora corre
Ailis Blue es el seudónimo de Darcy Ailis Nora Orihuela Torres Es canta–autora, violinista y escritora empírica. Actualmente cursa estudios de Artes Plásticas en la Escuela de Bellas Artes en Lima. En 2017, presentó “EN AZUL” una muestra holística de poesía, música, ilustraciones y pinturas de su propia autoría. Ha lanzado su primer EP titulado “Cuatro estancias”, donde destaca la canción de su autoría Luciernagas, que fue presentado en 2017 en la muestra En Azul.
Ailis Blue en Almandino
(Por Alberto Sánchez Guillén)
La soledad, aquella distancia que nos acoge con su tenacidad, nos lleva a coincidir con los demás; hace que el extrañar sea el motor de la existencia. En “Una isla”, esa soledad clama la presencia de un otro y pide que se quede junto a su presencia como lo único que le puede dar sentido, porque en el otro ha encontrado la parte que le hace falta.
“Quédate una y mil veces
si te alejas
mi playa se queda sin mar
sin olas que mecen mis arenas
me he dejado llevar por la espuma de tu alma”
Es una suplica al amor que se condensa en la piedad y se consume en la eterna espera. La soledad le duele como quien se enamora por primera vez y el amor no le es correspondido.
“Te has vuelto la raíz de mi tierra
quédate
para no marchitarme nunca”
En ”Volcan” el yo poético reconoce que está en un proceso de construcción con la palabra. Ese fuego volcánico se encuentra concentrándose para una futura erupción.
“se va cocinando a fuego lento
los miles de intentos”
En “Niño hombre (Tulumanya)” se personifica como niño-hombre al fenómeno meteorológico: el arcoiris. Una transición de niño a adulto. El tulumanya tiene la inocencia de un infante que vive en un mundo donde la maldad es desconocida.
“Niño hombre
¿Cuándo crecerás?
No lo sabes
te asusta la idea de salir
a veces crecer si duele”
Ailis Blue se reconoce en el arcoíris, el yo poético quiere conocer el ancho mundo, para ello tiene que dejar de ser niño y comenzar a explorar. Aquel niño se siente inseguro, hay una barrera que se dibuja entre el sueño y la realidad. El inconsciente revela que ha estado viviendo en una parte del mundo, impedido de conocer los males de la sociedad, en una burbuja que finalmente decide romper.
“ahora puedo contar este mito con palabras reales
¡Despierta de este mal sueño!”
En “Duelo” el dolor por la pérdida de un ser querido crece sin fronteras, el ser humano es insustituible. El yo poético se sumerge en el dolor profundo, se queda a dialogar con los muertos y se olvida de los vivos, es como quedarse en el pasado y no querer volver al presente. En el pensamiento de Calcuta se diría: “Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. No vivas de fotos amarillas…”
“comienza el juego cruel del autoengaño
busca disfrazar el matiz verdadero,
ahora hablo con muertos en mis sueños
y a los vivos ya ni los veo”
En “Ahora corre” brota nuevamente “el niño hombre” el no querer “madurar” o crecer es una constante que se hace eco en su forma de manifestar.
“dices que es normal que uno llore,
dices que es momento de crecer”
En la última parte el yo poético se decide a correr junto al “huracán” que representaría a la otra vida que se le han negado; al caos que tiene toda sociedad. Es como si el exceso del “bien” no se soportaría por sí solo. Por ello acude al mal para poder equilibrar la existencia. A si como la oscuridad necesita de la luz, la nada del todo.
“ahora corre junto al huracán
corre sin temor del huracán
corre con el huracán
corre sin dejar un rastro atrás”