Desde su concepción, el ser humano, está en contacto con la naturaleza a través de las reacciones de la madre. El feto desde ya tiene una conexión implícita con el mundo que lo rodea. El ser humano transforma la naturaleza y se transforma, para Marx y Engels ser humano es un ser genérico, una producción en masa de la naturaleza y la vida humana posee una base material, en la que se analiza la producción y el trabajo, por medio del cual el hombre transforma la materia prima [naturaleza] y se transforma a sí mismo. El hombre es lo que produce y cómo lo produce, al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su propia vida material. (Marx & Engels, 1974, p. 19).
El ser humano es un ser de la naturaleza, desde el punto de vista chamánico, para la naturaleza el ser humano es una criatura más preciada que poseé los cuatro elementos esenciales (agua, tierra, aire, fuego). La teoría de los cuatro elementos es muy antigua (en China se desarrolló en el segundo milenio antes de Cristo) y se originó por la observación de la naturaleza, la gente se dio cuenta que el ciclo de creación o destrucción para la subsistencia dependía de cuatro elementos básicos: el aire para respirar, el agua para beber, el fuego para calentarse y la tierra sembrar y cultivar; si alguna de esos elementos faltaba, el equilibrio y el ciclo se rompían dando lugar a la muerte. Posteriormente se le asignaron propiedades espirituales, mágicas, religiosas y curativas; la chakana (Rueda de Medicina chamánica o Cruz Solar), divididos en cuatro partes es la forma más común de representarlos. Pero, cómo entender a la naturaleza. La visión chamánica plantea que uno debe de autoidentificarse con ella, interactuar, sentirla y vivirla sin someterla.
Hasta aquí es preciso analizar profundamente a la Pachamama: ¿Qué es? ¿Dónde vive? ¿Cómo la sentimos? ¿Qué nos brinda? Son preguntas que muchas veces nos hacemos la mayoría de personas que no hemos tenido una conexión extrínseca e intrínseca con la madre tierra. Para Quiroga la categoría “Pacha” no significa ”tierra” precisamente, sino que abarca más, “Pacha” equivale a universo, mundo, tiempo, lugar, la “Pacha Mama”, añade, es un dios femenino, que produce y engendra (Quiroga. 2017, pp. 39-40). Esta concepción de Pacha como espacio y tiempo, amplifica la noción de “madre tierra”, Paredes, precisa la noción concepción del tiempo, el tiempo que cura los dolores, el tiempo que distribuye las estaciones, fecunda la tierra, en lenguaje kolla, precisa, “Pacha” significa tiempo (Paredes, 1963, p. 39).
También es válido referirse la Pachamama como “Allpamama” que es un concepto más amplio que abarca el universo. Si el hombre concibe bien el concepto de tierra, sabrá que es su propio cuerpo humano, por lo tanto sería imposible que alguien pueda dañar a la tierra ya que es parte de su propia vida.
En esta dualidad con la naturaleza encontramos plantas sagradas que acercan al ser humano a encontrar respuesta a preguntas vitales; sin embargo, si el humano se vuelve dependiente de estas, ya no es más hombre sino solo vivirá para la planta. Tal es el caso de la planta llamada “San Pedro” título otorgado por los españoles, originalmente es llamada “Wachuma”, es usada para ver lo que no se puede, es decir para tomar conciencia. Desde la perspectiva del chamán la “Wachuma” es una herramienta que ayuda al vuelo mágico, según Sharon (2004), este “vuelo mágico” debe entenderse como la capacidad de ciertos individuos para dejar sus cuerpos a voluntad y viajar en espíritu a través de las tres regiones cósmicas. También se tiene como planta sagrada a la coca, según la leyenda, Manco Capac, el hijo del Sol, descendió en tiempos remotos de las cumbres del lago Titicaca para llevar la luz de su padre a los desgraciados habitantes del país; consigo llevaba también muchas enseñanzas y así explicó a los hombres la vida de los dioses, les enseñó la práctica de artes útiles, y les dio además la hoja de la coca, esa planta divina que sacia al hambriento, hace fuerte al débil, y permite al desgraciado olvidar su tristeza. Era costumbre ofrecer hojas de coca a los dioses, masticarlas durante las ceremonias religiosas, y hasta poner algunas en la boca de los muertos para asegurarles un buen recibimiento en el otro mundo. Por otro lado el Inca Garcilaso de la Vega, dice que al principio la coca no abundaba y que solamente podían utilizarla los miembros de las principales familias; sin embargo, en la época de la conquista hacía ya tiempo que todo el mundo podía obtenerla. Garcilaso trató de defender la coca contra la prohibición de su consumo impuesta por los conquistadores.
Entre las prácticas y significados que tienen la coca y el “wachuma” en la cultura andina, habría profundas analogías. El uso tradicional de ambas plantas habría servido para reproducir y mantener vital a la cultura andina en algunos de sus rasgos fundamentales:
- La reproducción de dos clases de “sacerdotes andinos”: los paqos, yatiris y hampiq (especialistas en el uso ritual de la coca) y los curanderos norteños (especialistas en el uso ritual del wachuma).
- La conservación de formas rituales para comunicarse con los antepasados y con los seres sagrados con fines de diagnóstico, sanación u otros.
- La práctica y reproducción de la espiritualidad andina (basada en concepciones sobre dualidad, cuatripartición, la pachamama, los apus y las wakas).
Ahora bien, tema aparte es saber si en realidad estas plantas sagradas te muestran la verdad, y no solo es producto de la imaginación, pero simplemente si esa imaginación te cambia la vida para bien, entonces ha de ser buena, y si te cambia la vida para mal, entonces ha de ser mala, la elección está en la persona, pues la planta solo hace su trabajo como parte de la naturaleza. Según la drae:
“El lenguaje, es el medio de comunicación entre los seres humanos a través de signos orales y escritos que poseen un significado. En un sentido más amplio, es cualquier procedimiento que sirve para comunicarse. Algunas escuelas lingüísticas entienden el lenguaje como la capacidad humana que conforma al pensamiento o a la cognición”.
Sin embargo, el lenguaje humano cargado de reglas y demás cuestiones formales no es entendido por la naturaleza, así, el agua no entiende el español, el fuego, el aire y la tierra tampoco, entonces como producto de la naturaleza el hombre debe de comunicarse con la naturaleza mediante su lenguaje, y ¿qué lenguaje es ese?
Pues simplemente es el lenguaje sin propósito verbal sino más bien con un propósito de otras dimensiones. Podemos hablarle a la naturaleza mediante un lenguaje sin forma, sin sentido verbal pero si emocional, como ella se expresa “sin formas superpuestas” de esta manera se llegará a entender un poco más sobre la materia que hay en la tierra.
Un canto que no tiene forma, una oración que no tenga sentido, una palabra que no signifique nada, pero si un sentimiento que te conecte a la tierra, será lo que te llevará a tener conciencia sobre tu existencia actual, pasada y la que vendrá.
El conocimiento es esencia vital para la existencia del ser humano.
El mundo andino tendrá sus propios conocimientos, muchas veces acallados por voces occidentales por considerarlas menos valiosas, sin sustento científico o simplemente satánicos.
Por lo tanto esta cosmovisión andina debe de ser revalorada por las personas por ser de gran importancia y ser legado de nuestras formas de pensamiento.
El conocimiento andino es la llave que abre dimensiones, hacia el mundo de los Apus y la Pacha, que piden siempre compartir ese conocimiento. La cosmovisión andina busca el “Allin kawsay” (voz quechua que significa, llevar tu vida a favor de la naturaleza y los otros de tu especie).
Sin embargo para optar o consentir los conocimientos andinos en tu esquema mental, es necesario vencer el miedo a saber que hay dentro de la vida natural, eso es difícil de lograrlo desde el punto de vista metropolitano pero desde una perspectiva andina lo único que vencerá a esos miedos serán las acciones, tus propias acciones, y saber que sin ver tus miedos podrás ver lo bello que se escondía tras ese manto negro llamado “miedo”.
Se tiene que volver al vientre de la Pacha para entender e interpretar el conocimiento de la cosmovisión andina. Por lo tanto el ser humano como producto de la naturaleza debe de conocer, sentir, convivir y comunicarse con ella desde su esencia, como su criatura, pues si la tierra es dañada la humanidad también será afectada. Quizá no sepamos a dónde vamos, ni quiénes somos, aun así realizamos acciones buenas que parecen malas y acciones malas que parecen buenas, sea lo que sea, el ser humano debe saber que su matriz de vida es la tierra, es la naturaleza, ya que es ella misma quien hace del hombre alguien esencial, alguien con valor único, alguien llamado… ser “HUMANO”.
BIBLIOGRAFÍA:
- Marx, C. & Engels F. (1974) “LA IDEOLOGIA ALEMANA”. Barcelona: Ediciones Pueblos Unidos.
- Paredes, R. (1963) “Mitos, supersticiones y supervivencias populares de Bolivia”. La Paz: Atenea.
- Quiroga, A. (2017) “FOLKLORE CALCHAQUÍ”. Buenos Aires: Fundación de Historia Natural Félix de Azara
- Sharon, D. (2004)“El Chamán de los Cuatro Vientos”. C. D. Mexico: Siglo XXI