Gloria Alvitres
(Lima, 1992)
161 Sincretismo huanca
162 Simone y Santosa
164 Madre de cerro sal
166 Distorción poética
167 Oxímoron
GLORIA ALVITRES
En almandino 2021
En “Sincretismo huanca” Es una prosa poética donde nos muestra las similitudes entre personajes andinos y aquellos que hemos adoptado en nuestros rituales y lo hemos hecho parte de nuestra cultura. Estas manifestaciones se han quedado prendidos en las costumbres, allí es donde se amalgama otras figuras, otros dioses, y se asientan en el valle del Mantaro. El lenguaje que adopta no tiene muchos recursos retóricos, sino uno directo, donde la lectura ingenua queda apresada en aquellos personajes y al público al que está dedicado.
«Entre los círculos de Dante se ubica el Hurin. Está Santiago León Matamoros, convertido en patrón huanca, justiciero inquisidor, asesino de indígenas, devorador de tradiciones, con el hambriento Aia Paec.»
Las contraposiciones de lo andino y estos personajes que adoptamos, donde aparentemente nos negamos a nosotros mismos, es parte de lo humano que vive prendido a los ojos de los dioses, adora las imágenes como también les habla a los cerros.
«Vive atrapado en el nicho, mirando feo a los niños. Taita Shanti, le dicen, suena la música barroca y un violín chillón. Hay magnolias junto a la tumba y no se resiste.»
En “Simone y Santosa” el yo poético que esta encarnada en Santosa, representa a la mujer andina,y Simone Beauvoir a la mujer de occidente, a la cual Santosa admira y le canta.
«Urpichayay, Simone
Te has ido donde no pueden mirarte las estrellas»
Santosa ve en Simon la luz que a de guiarla como Virgilio a Dante en la selva oscura y le presta su pensamiento impreso apartado del “hombre” y lo toma como una biblia del feminismo.
«Pocos saben que ese libro no está hecho para los hombres,
es como el canto de los apus, allá a tres mil metros
donde la herejía se baila.»
Las contraposiciones de territorialidad de ambas mujeres se mezclan. La voz del yo poético reclama y protesta aquella aparente injusticia, como aquella ave que no puede volar sobre la serranía, pero si hubiera nacido en las tierras de Simón, los vientos lo llevarían en su eternidad.
«A pesar de todas sus proezas,
Simone no sabe tararear los huaynos,
pero escribe para las mariposas
enumera sus colores y las convierte en antorchas.
Santosa no sabe escribir con caligrafía castellana
solo puede descifrar los sueños,
y cura los dolores enterrados en el pecho.
Habitando esta vida, no saben ser eternas.»
En “Madre de cerro sal” el yo poético desliza imágenes de una infancia donde la santidad comienza a degradarse, este acontecimiento es una forma de liberarse de lo tradicional.
«En idioma prohibido pronunciaba la abuela pagana
y en silencio Agustinacha maldecía
a esa madre capulí que susurraba,
y le daba color tierra a esa piel, sus mejillas.»
El sentimiento maternal se condensa, su presencia se asoma en la nostalgia, toma un impulso la mujer solitaria. Nuevamente nos muestra a la mujer apartado del marido, este hecho es motivo de rebeldía para el yo poético.
«Despierta a las seis de la mañana, prende la radio.
Recoge los platos. El marido nunca está.
Y, como Catalina Huanca,
la abuela que envenenaba pociones para alcanzar el cielo,
sueña con la hora de la sublevación.»
En “Distorsión poética” La existencia del todo se manifiesta en una rosa, una representación a la mujer, como la musa, la creadora.
«La hoja se abre como una estrella,
puede que el mundo esté inclinado
hacia una rosa,
como una figura repetida,
resentida con los intentos de atraparla
entre papel y almidón.»
Los efectos de los versos en la realidad para los pragmáticos no tendrían un fin necesario, pero el yo poético prefiere quedarse y se reafirma en él.
El verso no hace crecer la hoja,
crece hendido,
como un diente en el paladar
y fuera de simplificaciones,
la hoja florece entre versos.
En “Oxímoron” los pensamientos que nos presenta entre los escritos enumerados, tienen una aparente contradicción en el lenguaje. La primera; tiene rasgos existencialistas, sobre los pensamientos que adoptamos de otros, y una visión pesimista de los acontecimientos actuales.
«Y somos una esfera brillante a la luz decadente de una sociedad rota en pedazos. Vamos presentando respuestas a todos los males del mundo, como si las letras que conocemos no engañaran con sus vestidos de terciopelo»
En la segunda parte el lenguaje poético es notorio, maneja la misma temática coyuntural, la carga poética hace que el sentido existencialista se realce, tome musicalidad y se desliza con naturalidad.
«la negación de la patria es una anciana enferma con los pulmones hinchados; la negación del tiempo somos nosotros, escuchando la flor de retama y ensayando sobre las ficciones como si hubiera futuro, como si fuéramos la posibilidad y no el desvarío.»