Flor Isaura Pelayo Matamoros
(Huancayo, 1993)
179 Jolgorio desconocido
180 Migrante
182 Despedida
184 Animalia
186 Vuelo de gaviotas
Flor Isaura Pelayo Matamoros. Apasionada por la literatura, dirigió Noches de Café Literatura Rebelde, un programa emitido por Aderezo Radio. Desde esta plataforma, en el 2017, promovió un ciclo de recitales poéticos y musicales en la ciudad de Huancayo..
Flor Isaura Pelayo Matamoros en Almandino
(Por Alberto Sánchez Guillén)
La humanidad es como el polvo en las dunas y la desesperanza viene poblando el manto junto a la soledad y las preguntas eternas se dejan escuchar: ¿Qué es la humanidad? ¿Tendrá algún sentido la existencia? En “Jolgorio desconocido” el existencialismo germina desde el todo y la nada. La humanidad transportada en un insecto cuyo ritmo de vida es fugaz e insignificante a los ojos de la poetiza, y nos acercamos al pensamiento de Nietzsche en “Así habló Zaratrustra”: “Habéis recorrido el camino que lleva desde el gusano hasta el hombre, y muchas cosas en vosotros continúan siendo gusano. En otro tiempo fuisteis monos, y también ahora es el hombre más mono que cualquier mono.” El desprecio hacia el hombre se hace notar como un diminuto ser expuesto a un sinsentido de la existencia.
“Qué pequeño se vuelve todo
en el baile de las moscas;
su festejo,
su Sodoma,
su pureza en la inmundicia.”
La incertidumbre crece cargado de pesimismo y se vuelve agresiva y confronta a su humanidad y niega su ser. Entonces se abre la pregunta: ¿el hombre debería nacer con los objetivos asignados? O simplemente negarse a la existencia como lo propone Camus: “No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio.”
“Y a ti te jode su jolgorio desconocido,
cuando no hay nada,
nunca lo hubo.”
Y si la idea de dios se extinguiría para el hombre. ¿Este seguiría prolongando su existencia? ¿Habrá algún rastro de optimismo que se pueda espera? ¿Será la muerte, la esperanza anhelada? O la libertad le pertenece a aquello que no existe.
“y te quedas solo,
con los cadáveres de las moscas que se murieron.”
En “Migrante” las heridas de nuestro país se exhiben. La guerra interna que sufrió, las migraciones que se han producido hacia la capital.
“la incertidumbre gobernó esos tiempos
mientras oleaban banderas rojas y blancas
y la sangre decoraba los suelos”
Este acontecimiento esta matizado en el yo poético con un tinte melancólico y nostálgico por las muertes que dejó esta guerra. Como también se teje un sentimiento de reivindicación en la generación al que pertenece Flor Pelayo.
“Murieron inocentes en ambas fronteras
y hoy agradezco su muerte
que nos dio mucha fortaleza”
En “Despedida” rebrota el sentimiento del migrante que tiene que abandonar su terruño, extirparse de sus raíces. El lenguaje adopta al dolor como máxima manifestación y el tópico del olvido y la pertenencia van al encuentro de la nostalgia, el querer volver al hogar.
“rogábamos que no olvides
tus raíces, tu familia, tu patria y tus cimientos”
Ese dolor que sufre el migrante es similar al exilio y el yo poético va superando ese sufrimiento tras sobrevivir a los traumas de la guerra armada.
“Ahora por fin entiendo
la pasión del hombre por la libertad”
En “Animalia” el poético se mimetiza en un animal doméstico, en un perro. Nos dibuja la cotidianidad, un pasaje donde la rutina consume al hombre, este que ha perdido la capacidad del asombro y se va muriendo lentamente.
“todos estaban con caras de asustados;
corrían, gritaban, vendían, robaban, lloraban,
y de vez en cuando sonreían.”
La mascota para poder sobrevivir adopta las cualidades del hombre como si el yo poético se auto diagnosticara su humanidad mediante el juego de roles.
“Y me volví humana,
aprendí a gruñir aunque no me agredan,
a pelear por comida aunque la tenga,
a desconfiar hasta de mí sombra.”
En “Vuelo de gaviotas” el vuelo como una característica de los que sueñan, esta matizado de existencialismo, tiene como techo de sus aspiraciones al cielo y el norte se muestra indecisa al tiempo.
“Van volando sin abismo
Creen culminar su camino
Al ver estrellas en el cielo”
Finalmente identificamos una pequeña diferencia de quien no saben alzaron el vuelo: la distancia. El destino de la humanidad sigue siendo la incertidumbre después de todo.
“Lágrimas penosas
de aquellas que no alzaron vuelo
Creyendo evitar cansancio
más les espera el fuego del calvario”
La prosa poética de Flor Pelayo se mueve entre la nostalgia, el dolor, el sufrimiento, la resistencia y mucho de existencialismo.